Pedrafita se encuentra enclavada en el paraje natural de Os Ancares |
Pedrafita do Cebreiro, puerta de entrada a tierras gallegas, nos ha brindado su hospitalidad y la amabilidad de sus vecinos, además de una temperatura refrescante que ha permitido a nuestras personas descansar plácidamente y algo arropadas, circunstancia esta que agradecemos en extremo, pues en nuestra tierra, Toledo, este verano está resultando caluroso y seco por demás, y aunque veníamos buscando frescor y algo de lluvia en estas tierras norteñas, no hemos encontrado aún ni lo uno ni lo otro.
Todas sus casas presentan similar aspecto |
Lo que sí hemos apreciado en este municipio lucense, es la armonía en la construcción de sus viviendas, siguiendo casi todas el mismo patrón. Casa blanca, de nueva edificación, de no muchos pisos y coronada por tejado de pizarra.
Un bonito atardecer el que nos regaló esta villa |
Pernoctar aquí nos ha llevado a tratar con sus vecinos, encantadores todos ellos, y también nos ha ofrecido la oportunidad de degustar su cocina, sencilla pero confeccionada con productos de gran calidad.
Pero todas estas ventajas traen aparejadas un inconveniente, y ese no es otro que madrugar al día siguiente para volver a dejar a nuestros peregrinos en el mismo paraje donde terminaron su etapa la jornada anterior, la cumbre de O Cebreiro.
Inmensas las vistas que se aprecian desde el Alto de O Cebreiro |
De manera que bien temprano recogemos nuestras pertenencias y cargando las bicicletas en lo alto del coche emprendemos la subida a lo alto de O Cebreiro.
Nos da la bienvenida una clara y fresca mañana, y tras tomarles una instantánea a nuestros chicos y dejarles que inicien su etapa, ya les alcanzaremos después, los demás comenzamos la ruta turística de hoy conociendo un poco el lugar de O Cebreiro.
Todo piedra y pizarra |
Hay que hacer notar que la historia de este municipio se encuentra fuertemente influenciada por su relevancia en el Camino de Santiago, aunque ya en la antigüedad los romanos tuvieron en cuenta esta población para incluirla dentro del itinerario del trazado de sus vías, entrando desde Triacastela al interior de la antigua Galicia, luego formó parte de las parroquias adscritas al Camino Real y en la actualidad es punto de paso indiscutible para acceder desde la meseta a la región gallega.
Dichas circunstancias, unidas a la leyenda del Santo Grial que ocurrió en la Iglesia de Santa María de O Cebreiro, han convertido a esta villa en un lugar de peregrinaje obligado desde hace siglos.
Típicas pallozas celtas |